Desde que pasé por ella a la escuela sabia que iba a ser un gran día, en el momento en que me aparecí para llevar las cosas y celebrar su cumpleaños con sus amiguitos, entrar y ver su sonrisa iluminó mi día, olvide el cansancio y las horas del viaje.
Después por la tarde nos fuimos a ver mapaches y a su lugar preferido, la playa. Donde me hizo caminar kilómetros sobre el Boulevard, descalzas, corriendo de la brisa del mar y con la esperanza de encontrar unas escaleras para poder bajar...
Y llegamos, después de muchas risas y una charla sobre una película de tiburones, yo la observaba con detenimiento como se expresaba, la cara de susto que ponía cuando recordaba aquella película de terror que vio con su abuelita una noche. Me la comentaba con gran entusiasmo.
Le dio mucho gusto ver las escaleras para bajar a la playa y se dio prisa, se quito la ropa que traía para meterse en traje de baño. Y me dice ven, metete conmigo sin embargo yo iba con pantalón, no me dio oportunidad de bajar nada del carro, al decirle que No porque me iba a mojar su respuesta inmediata fue "la playa es para mojarse, anda metete conmigo" y ante eso no se le puede negar a una pequeña de 6 años.
Hicimos mariposa en la arena, sigo fingiendo que bob esponja y patricio me llevan al mar mientras ella me rescata... y eso le divierte
No olvida la promesa que le hice un dia " cada vez que vuela te llevare a la playa".
Pasada la tarde nos fuimos por una piña , de esas que solo venden en el.Boulevard y que ella se acuerda cuando un pájaro se comía la piña mientras nosotras estábamos en el mar. Aún recuerdo sus carcajadas.
Entusiasmada, quería hacer un pastel así que hicimos el súper, fuimos a la casa de mi hermano y preparamos lasagna y un delicioso pastel de chocolate con fresas.
La cocina nos une, tenemos una conexión increíble, creo que lo sabia desde antes de que naciera.
La adoro y es la mejor bendición que Dios nos ha mandado